AHORA O NUNCA: DJOKOVIC GANARÁ ROLAND GARROS…¿O NO?

Da la sensación de que a Novak Djokovic no se le puede escapar esta edición de Roland Garros, aunque lo mismo pensábamos durante la temporada pasada y el serbio terminó cayendo en la final ante Stan Wawrinka. Cuesta encontrar en la historia un nivel de exigencia tan alto como el que exige Nole para jugar ante el. Así que está todo dado para que gane por primera vez en parís, pero si no lo logra, es muy posible que no lo haga jamás…

En el tenis, como en la vida, hay oportunidades que uno no puede dejar pasar y el número 1 del mundo sabe muy bien sobre esto: en 2015 parecía tener el título servido, ya que con la paliza que le pegó a Rafa Nadal en cuartos de final, todo parecía apuntar a que el serbio sería el que alcance la gloria parisina. Una mezcla de nervios (sumado al buen partido de Wawrinka) y el famoso “Hoy no es mi día”, fueron los factores que lograron que Nole termine llorando en la entrega de premios ante un público francés que lo aplaudía en forma de reconocimiento.

Hoy la historia no es tan diferente que la de hace 12 meses atrás: Novak llega como el gran candidato a ganar sobre el mágico polvo de ladrillo de Francia, con un Nadal que no es el mismo de temporadas atrás. Además se suma el factor extra de la ausencia de Roger Federer, y no hay otros jugadores (excluyendo a Andy Murray, que lo agarró cansado en la final de Roma) que hayan tenido buenos resultados en los grandes torneos sobre canchas lentas.

Entonces, con todo esto sabido, sería una locura pensar que Djokovic no será campeón en esta edición de París. Solo tiene algo en contra, el mismo: acaba de cumplir 29 años (ya no es “joven”) y es muy difícil mantener un nivel tan alto como el que está teniendo, por ello deber apurarse y concretar el famoso Grand Slam y ganar de una vez por todas el torneo galo. Parecería una injusticia que Nole nunca triunfe en París, pero las cosas no se merecen, sino que se logran. Ahora o nunca, Djokovic debe ganar Roland Garros, sino la historia (y el mismo) no se lo perdonará.